No deja de sorprenderme cuanto han cambiado nuestros estilos de vida, gracias a los sorprendentes inventos que hemos visto aparecer, desde finales del siglo XIX.
Una avalancha tecnológica nos ha caído
encima, ¿se han detenido a pensarlo?
Si nuestros tatarabuelos pudiesen visitarnos y ver cómo
vivimos hoy, les daría tal susto que se morirían, ¡creerían que todo es
brujería!
Fue alrededor del año 1883 que la luz eléctrica hizo su aparición, antes de eso la vida era otra, todo se movía y
funcionaba en base a carbón, incluso las planchas señores, se tenía que llenar las
planchas de hierro fundido con brasas al rojo vivo, para de ese modo asentar la ropa.
Si querías caminar de noche, tenías que hacerlo alumbrado
por la luna o cargando una lámpara de aceite o queroseno.
En aquel entonces no existíanlos teléfonos fijos ni móviles, ordenadores ni mucho menos internet.
¿Qué me dicen del transporte? Ni pensar en contar con
modernos sistemas, como trenes eléctricos, aviones, automóviles, etc., no fue
sino hasta 1950 en que se empezaron a ofrecer vuelos comerciales, hasta entonces
la aviación tuvo solo fines militares.
Han pasado 133 años desde la aparición del alumbrado eléctrico,
66 desde la revolución de la aviación y 26 desde la revolución de la
comunicación debido a la internet.
Hemos dejado atrás, no solo carruajes tirados por
caballos, para atravesar océanos volando por los cielos, sino también los
telégrafos, las cartas, los casetes, el betamax y el vhs, entre muchas cosas
más, para darle paso a una vida sorprendente, llena de avances tecnológicos.
También pertenecen al pasado, cosas como
los televisores a transistores, los de perilla, las radios con toca casete, walkmans, discmans, diskettes, y hemos recibido con los brazos abiertos
una completa y magnifica nueva generación de artefactos y dispositivos que han trasformado
nuestra vida para siempre.
Hoy podemos tener en un minúsculo USB, tal cantidad de
canciones que no hubiesen cabido en una habitación llena de los antiguos casetes
y eso fue hace tan solo 20 años.
Bibliotecas enteras están almacenadas en algún lugar del ciberespacio; gracias a eso que conocemos como “nube” y que casi todos usamos, pero nadie
sabe dónde exactamente está, tenemos la información del mundo a la distancia de
un clic.
¿Sorprendente verdad?
¿Qué podemos decir de los avances de la ciencia?
Innumerables enfermedades han quedado atrás, mencionaré un ejemplo: las operaciones láser para la vista, intervenciones nada invasivas, llegas y te vas casi como si nada hubiese pasado.
Innumerables enfermedades han quedado atrás, mencionaré un ejemplo: las operaciones láser para la vista, intervenciones nada invasivas, llegas y te vas casi como si nada hubiese pasado.
La cantidad de vacunas que se han descubierto y las vidas que se han salvado. Prótesis, trasplantes, etc.
La automatización es otra cosa que me deja sin aliento.
Soy tambien diseñador de interiores desde hace 11 años, y en ese lapso, he
visto cambiar las cosas en dicho rubro, 360 grados.
Los focos tradicionales han quedado en el pasado, la
iluminación Led ha marcado el inicio de una nueva era en la que se ven desde ya beneficiados, tanto la economía como el medio ambiente.
Desde un teléfono inteligente puedes monitorear tu casa a
través de minúsculas cámaras de video convenientemente dispuestas, hacer
que la puerta de tu casa se abra o se cierre, controlar las luces, abrir las
cortinas, prender la chimenea, abrir los grifos de agua, encender el sistema
integrado de sonido, subir y bajar el volumen, etc., espejos que no se empañan con el
vapor de agua, telas que repelen las manchas y que se limpian sin mayor
esfuerzo, sumado a un largo etc.
Libros enteros podrían escribirse sobre avances como los
que menciono, sin embargo, no ha ocurrido lo mismo con la moda.
¿Moda o indumentaria?
Eso no es lo que importa en esta ocasión, lo que importa
es que nos demos cuenta de que la moda está atascada en el pasado.
Si no hubiese sido por la primera guerra mundial,
probablemente seguiríamos usando sombreros de copa y miriñaques.
Fue bueno que madeimoselle Chanel haya creado los
trajes de tweed y las chaquetas estas o aquellas, pero que exactamente 100 años después sigamos usándolas
es algo francamente preocupante.
Este no es un discurso en contra de Chanel, lo que
pretendo con estas líneas es hacer notar que el mundo entero de la moda y la
indumentaria, es desde hace décadas, un rotundo fracaso, no en cifras, pero si
desde el punto de vista creativo e ideológico.
¿Cómo era la vida en 1916? ¿Qué hechos históricos
tuvieron lugar hace 100 años?
Aquel año, en el marco de la primera guerra mundial, se declararon
muchas guerras entre países europeos, tuvo lugar la revolución mexicana, Albert
Einstein publicó la teoría de la relatividad, se hundió la nave hermana del
Titanic, el presidente argentino Hipólito Irigoyen presentó el proyecto de la
nacionalización del petróleo de dicho país y murió el místico ruso Rasputín,
el mismo que vemos ahora aparecer en diversas películas, libros y cuentos.
Ese mismo año se creó la famosa chaqueta de lanilla o
tweed Chanel, así de antigua es.
Cien años después, las mujeres siguen aceptando que un
señor que tiene ahora más de artista que de diseñador, proponga como
vestimenta, la reinterpretación de una prenda que nació cuando las mujeres ni
siquiera podían votar.
¿Cuánto ha cambiado la vida desde entonces?
Casi podríamos decir que es otro planeta, todo ha
cambiado, pero le seguimos creyendo a un viejecito, que diseñar moda es
quitarle o ponerle grecas a una lanilla, seguimos aceptando que la moda sea cíclica. De pronto nos vestimos con influencias de los años 20, luego según sea el
capricho de cada marca, nos ponemos como los 50, o un poco hippies, un poco
grunge, y así de vuelta al inicio, todo reciclado del siglo pasado, por si no
se han dado cuenta.
No tiene sentido.
Recuerdo aquella vez que estuve en un conversatorio de
moda y una jovencita preguntó cómo es que podía llegar a ser como Coco Chanel.
Ese es el problema, todos quieren ser como alguien más y
nadie quiere ser quien realmente es, para de esa manera sacar todo el partido
que puede de sí mismo.
Quizás ese sea el verdadero problema de diseñadores como Largerfeld, el haber permitido que su creatividad sea encadenada a un nombre, que no es el suyo propio, jamas pudo ponerle su propio sello, siempre vivió bajo la sombra de otros nombres, incluso ahora, la marca que lleva su nombre, parece mas Chanel que Largerfeld.
Muchos alegarán en favor de los diseños clásicos. Hay cosas que son clásicas, arte como el de las esculturas de mármol que hay en el cementerio, pero nadie se antoja de
ponerla como objeto decorativo, al menos no en un lugar que no sea aquel al que
pertenece: una galería de arte, la casa de un coleccionista, un museo o un cementerio.
Por eso es que me dan tanta pereza todas las semanas de la
moda
Lo que ha pasado es que los diseñadores han dejado de
mirar a donde tienen que mirar, que es alrededor y han comenzado a mirar una
sola cosa: su espejo.
Aunque también revisan el google de cuando en cuando, para copiarse de un lado y otro
sin asco. A uno se le antoja “inspirarse” en el charlestón, a otro en la era
dorada del cine, y así han convertido una industria que debería ser
sorprendente, en un aburrido círculo repetitivo.
¿Qué ha pasado?
Quienes diseñaron los trajes de la corte imperial de los quechuas, no
tuvieron google, tampoco los egipcios, los persas, los chinos, los japoneses.
Pero lo que sí tuvieron fue una gran y fértil imaginación,
junto a la capacidad de ver a su alrededor.
Hoy en día, lo que la ropa debería hacer, además de
cubrirnos y ayudarnos a expresar nuestra identidad, es permitir que tengamos una vida mejor.
¿Cuáles son los mayores problemas que enfrentamos hoy?
El cambio climático y la manera en que este afecta nuestra vida diaria, tiene carácter de urgente e
importante, necesitamos optimizar los recursos y sobre todo nuestro tiempo. Comodidad, practicidad y
estilo reunidos, eso es lo que necesitamos.
Necesitamos diseñadores que trabajen de la mano de científicos
e inventores, para que unidos todos ofrezcan por fin como resultado, una industria
de la moda renovada y actual, encaminada claramente hacia el futuro.
Necesitamos moda que sea de hoy inspirada en el mañana,
no principalmente de ayer prestada para el hoy.
Amanece el día y mientras por un lado invertimos mucho en tecnología,
para hacer nuestra vida más fácil, en ropa seguimos pagando lo mismo e incluso
más por lo mismo de siempre. Nuestros guardarropas son un caos, los desafíos a los que se enfrentó tu
abuelita, son los mismos a los que te enfrentas tú.
¿Cuánto ha evolucionado un brasiere? Desde que se
inventó, digamos que un 20 por ciento, mientras que todo a su alrededor se ha
reinventado ya varias veces.
¿Qué puedo decir de la ropa masculina? Es un fracaso aún
mayor. Desde que los estilos impuestos por los puritanos ingleses y holandeses
se establecieron como norma poco o nada ha cambiado y los que se atreven
a ser diferentes, son vistos como locos; también es cierto que muchas veces, algunos van más bien
disfrazados y no ataviados.
Exigimos nuevos diseños, moda con tecnología y ciencia,
pero que no se vea como un disfraz de película de ciencia ficción; queremos
moda inspirada en el hoy que refleje la vida real.
Queremos ropa utilizable, diseñadores innovadores con una visión clara de lo que quiere el público, de lo que pide el mundo a
gritos. Gritos que se ven acallados por la industria que afecta a millones, pero que
es manejada por solo unos pocos. Si todos pudiésemos pensar con claridad, levantaríamos nuestras voces y todo sería diferente.
¿Cuáles son las cosas en las que se debe trabajar?
Cada región del mundo debería apuntar a trabajar
especialmente con los materiales que produce, de esa manera, además
apostaríamos por la industria regional y cada país recuperaría su identidad.
Por ejemplo, Perú es productor de algodón de gran
calidad, pero ¿son acaso los tejidos de algodón que conocemos hoy en día lo
único que se puede lograr con dicho material?¿que me dicen de las fibras de alpaca, vicuña, llama, guanaco, etc.?
Decir que una cosa es orgánica y la otra no, no es poner
la tecnología y la ciencia a nuestra disposición.
Si cada nación apostara por desarrollar nuevas
fibras y diversificar los procesos, amparados en los descubrimientos y estudios
científicos que se hicieran en torno a las materias primas disponibles en su región, muchas cosas cambiarían.
Claro que es un trabajo en equipo.
Algunas veces los científicos crean cosas para la moda,
que dan ganas de arrancarse los ojos y viceversa. Si un diseñador no
consigue ser científico y un científico no puede ser diseñador de modas ¿Por
qué no trabajan juntos?
En este momento, toda la ropa debería tener protección
UV, deberían existir tejidos que regulen la temperatura del cuerpo, de esa manera, no estaríamos tan condicionados por el clima, y nuestro desempeño sería mejor.
¿Saben cuánto ahorraríamos en sistemas de calefacción o
aire acondicionado con algo así?
Deberían existir prendas que tengan micro paneles
solares incorporados, de tal manera podríamos, por ejemplo, cargar nuestros
celulares solo conectándolos a nuestra ropa; más ahorro de por medio y así, seguiríamos
optimizando todo.
Si ya han inventado luz que se puede programar para que
sea del color que queramos, ¿cómo es que nadie se preocupa por inventar una
tela que pueda cambiar de color según nuestra necesidad?
Telas cuyo color pueda ser programado de acuerdo a la cartilla de Pantone.
Necesitamos prendas que nos mantengan informados de
nuestro estado de salud, prendas que con solo llevarlas puestas, puedan medir
nuestra temperatura, niveles de azúcar, colesterol, triglicéridos, cambios en
el pH de la piel, etc.
Prendas que nos ayuden a controlar nuestras reacciones,
que nos alerten a nosotros mismos y a los demás, de nuestros estados de ánimo,
que cambien de color o que vibren tal vez cuando nos enojamos, o estamos
tristes, etc.
Nos gusta contarles a todos como nos va ¿verdad?
Sin ir demasiado lejos, ¿porque no se inventan telas que
jamás se deshilachen? Eso simplificaría enormemente los procesos de producción.
¿Qué tal si aprovechamos la tecnología de impresión 3D en
favor de la moda? Un diseño realizado en el ordenador, que la impresora reproduce
tal cual en cuestión de minutos.
Eso sería increíble, además así podríamos experimentar con prototipos fácilmente y probar si funcionan o no.
¿Y si las prendas pudiesen al final ser utilizadas como
abono por los agricultores? Moda Biodegradable.
El bikini, el dichoso bikini y las ropas de baño. Necesitamos
una prenda confeccionada con una tela ligera, que nos permita estar frescos y
protegidos por completo de los rayos del sol, a la vez que resalta las formas de nuestro
cuerpo de una sutil manera. Al paso que vamos a todos nos va a
dar cáncer a la piel.
El bikini tiene 70 años, se creó en una época en la que nadie
se preocupaba de la radiación; hoy mientras más grande es esta, más pequeños
son los bikinis, eso tampoco tiene sentido.
Es cierto que muchas de las cosas que menciono,
no están solamente en manos de los diseñadores, mas tengo también mucho que decir sobre el
trabajo de estos otros.
Hace mucho que se han limitado a agrandar o achicar,
quitan y ponen a discreción y cuando sorprenden de verdad, muchos se preguntan ¿Quién se pone eso?
Si la gente hace esa pregunta al ver tu colección, quiere decir
que tal vez como artista has triunfado, pero como diseñador de “moda” eres un
rotundo fracaso.
Solo diseñas "moda",
si la gente se pone lo que has creado, de lo contrario, repito, diseñas
indumentaria, o eres un gran artista, pero son cosas muy distintas una de
la otra.
La gente se va a poner dos cosas: Lo que dicta la regla o lo que haga su vida mejor, pero nunca disfraces.
Ya lo hemos recortado todo, hemos pasado de no mostrar
nada a mostrarlo todo, entonces: ¿cuál es el desafío? El desafío es conseguir que la moda refleje la vida real, que no tenga nada, absolutamente nada de lo que
conocemos como vestimenta hoy, se necesita un giro de 360 grados y solo
espero, que no vayamos a necesitar un duro golpe como el que se necesitó hace
100 años, algo como una guerra mundial o una epidemia, para dejar de buscar lo que “creemos que
necesitamos” y pasar a buscar lo que necesitamos en realidad.
Por otro lado, los pobres empresarios de la moda ofrecen también lo que el público pide, pero eso se puede cambiar, para eso existen los
influencers, (me refiero a los de verdad, no a blogueras de medio pelo).
¿Que si el jean debe ser roto o completo?, de todas formas sigue siendo un jean. ¿Que si la zapatilla blanca es de caña alta o baja?, da lo
mismo, seguimos hablando de zapatillas. ¿Que si el zapato es de tacón alto o bajo, si es sandalia o cerrado, si es piel natural o sintética?
Vamos, ¿es en serio todo lo que pueden crear?
Espero con ansias, ver aparecer al personaje que tomará el lugar que durante 100 años ha ocupado Coco Chanel, “el gran diseñador de la moda de este siglo”, porque no ha aparecido aún quien le dé
un vuelco a la industria, cuyo nombre quede escrito, no en medio del montón,
sino en la lista de los grandes.
Si tu ropa está regida por la norma no es moda, es
indumentaria, no me cansaré de repetirlo.
Los diseñadores de "moda" han de tener cuidado hoy, de no cometer el mismo error que cometió el predecesor, de Chanel, el gran Paul Poiret: aquel que un día fue llamado el Gran señor de la moda, se condenó a sí mismo al fracaso, porque no tuvo la capacidad de adaptarse a los cambios.
Hoy, como en aquel entonces, necesitamos mucho más que solamente ropa bonita.
Es por todo lo expuesto que considero infructuoso dar mi opinión, regularmente, sobre las pasarelas, me resisto a ocuparme de lo mismo de siempre.
Que si se inspiró en tal época, o si mezcló música con
deportes, que si fue la gastronomía con la revolución, que si la danza clásica con
el acordeón, blah, blah, blah.
Que si la modelo tal o cuál estuvo allí, que si se cayó,
que si me miro, que si fue rosado o verde, que si fue sandia o melón,
que si fue chiffon o seda; bueno, para decir todo eso, ya hay muchos.
Yo escribo cuando lo que voy a decir es
relevante.
¿Cómo es que soy crítico? Porque conozco la
industria de la moda, soy un ser pensante, amo analizar todo lo que veo,
reflexiono profundamente al respecto y emito normalmente mi opinión de forma,
clara, exacta, profunda y amplia, soy racional y objetivo.
Procuro emitir mis juicios libre de prejuicios, sustento
fuertemente mis argumentos, dado que investigo meticulosamente los temas que voy
a tratar y, aun así, nunca lo considero suficiente. Tengo opinión y voz propia pero con fundamentos. El hecho de que algunos estén de acuerdo con mi opinión, pero otros no, es entre otras cosas, lo que hace de mi un crítico consolidado.
Por otro lado, me pregunto: ¿Cuál es el sentido de vivir
opinando sobre cada colección que se presenta en las semanas de la moda de
Nueva York, Paris, Londres y Milán, cuando probablemente la mayoría del público sudamericano, nunca vera una de esas prendas en vivo y en directo?
Soy enemigo del pasado, de las fantasías inalcanzables y de textos infructuosos. Soy realista a rabiar, aunque la realidad sea dura.
Además, para eso existen los blogueros fachon que repiten
todo como papagayos y que por leer un artículo por allí y otro textillo por
acullá, ya creen que saben mucho.
Yo tengo puestos los ojos en el futuro y pronto veremos que
pesa más, lo que se fue o lo que está por venir.
Quiero ver cambios y cuando los vea, estaré listo para pronunciarme.
Que la fuerza del estilo esté con todos nosotros.
No a la
pérdida total del Glamour #NoalaPTG, #Digamoslenoalpasado
#Recibamosconagradoelfuturo y #Bienvenidosloscambios










Una maestra me dijo: todo está escrito en la moda, es cíclica.
ResponderEliminarMe rompió el corazón.
Me has reanimado muuuchoooo aún existe esperanza.